Las ventanas son una de esas cosas, las puertas también están igual.
Los ogros de pelo engominado y ropajes caros, que manejan organizaciones repletas de esclavos engañados por su imagen, coches y objetos suntuosos que no funcionan, promesas y juramentos que jamás llevan a cabo, ya que anda ocupados en llenar sus arcas, por eso no funciona.
Las ventanas son una de esas cosas, las puertas también están igual.
Los señores o señoras, miembros y miembras de cualquier organización política, los gastos inútiles que nos cuestan a todos para que ellos queden en buen lugar sin tener que hacer nada, solo una campaña publicitaria, y solucionado, “NO MALGASTE AGUA!” dicen, la culpa del ciudadano, pero campos de golf inundan las tierras con su insignificante gasto de 500.000 metros cúbicos de H2O, o para qué solucionar fugas históricas en líneas hidráulicas más que denunciadas, si el ciudadano ya ahorra. Por eso no funciona.
¿Porque íbamos a necesitar sanidad pública? Ellos se pueden pagar la que quieran, una de esas que se forra gracias a los malos modos de trabajar de la sanidad estatal, a la que están asesinando. Y eso es lo más importante, ellos.
Tenemos unos representantes, que representan el papel de su vida, una obra teatral tan larga como quiera el director, ya que el publico elige, pero las opciones que marcan ellos mismos, y esto es una de esas cosas, como las ventanas son una de esas cosas, las puertas también están igual. No funcionan.



