martes, 27 de enero de 2009

En mi maleta

Solitaria soledad, siempre me conduces al ritmo banal de la multitud, intento esconderme, disfrazarme para escapar a la locura de la muchedumbre hambrienta de insatisfacción. Rodearme del color de mi piel, del sabor de la tuya, del tacto de la de los demás y envolverme como regalo para ti.
Paso inadvertido al paso del gentío, grito, salto, alardeo de mi envoltorio extravagante y solo me encuentras tú, solo tú me acompañas al portal, como novios adolescentes en sus primeros pasos.

He recorrido medio mundo y siempre estás en mi maleta







lunes, 12 de enero de 2009

Grita.

Grita la desesperanza y la vergüenza, llora el dolor y la dignidad, piden junto a la conciencia, que el terror deje de jugar. La masa debilitada por la frustración gana peso al gritar, al reclamar cordura a la locura, a defender su vida. Vidas desmembradas por carniceros de acero sin ojos, ni oídos, sin corazón. Por órdenes de desmembrados cerebros organizadores que permiten y alientan al terror continuar con su macabro juego desvirtuado de acusados y culpables.
Grita la desesperanza, grita la vergüenza, grita el dolor, grita la dignidad, gritamos todos.